Por sencillo que sea
un instrumento de música puede encerrar en su caja sonora, no solamente la
espiritualidad de un gran artista sino la de toda una raza, toda una época o
todo un período mítico. (Pujol 2005a:11).
Hemos partido
con esta frase, puesto que la guitarra es transversal a la música del país,
está presente en toda el área geográfica nacional, en los salones y en
chinganas, en fiestas profanas y religiosas. Como señala Héctor Uribe en su libro de
“Guitarra tradicional chilena” (2009) la guitarra está presente en todas las
regiones de Chile. Teniendo plena vigencia social hasta el día de hoy.
Su uso en el país ha sido popular, tradicional y folklórico, en la música de tradición oral y en la cultura tradicional es fundamental. Por ello su conocimiento, por básico que este sea, es necesario para comprender mejor, como diría Pujol, la espiritualidad de toda la raza chilena.
1.- Sobre la guitarra.
Este instrumento que estamos conociendo cuenta
con al menos 660 años de vida, en los cuales ha ido transformándose, tanto
física como acústicamente, ampliando su área de expansión geográfica y,
arraigándose en países tan lejanos a su origen, pero tan relacionados en su
historia, como lo son España y los países latinoamericanos.
1.1.- Breve
historia de la guitarra
Los primeros
registros del vocablo guitarra referido al instrumento, dice Chapman (2006), datan
de 1349, año en que el duque de Normandía empleaba a músicos que ejecutaran Guitara Morisca y Guitarra Latina. La primera era una especie de laúd primitivo, y la
segunda, el antepasado más directo de la guitarra como la conocemos hoy.
Ya en el Siglo XV, la guitarra existía con
cuatro órdenes (cuerdas), coexistiendo con la vihuela de mano que tenía seis
pares de cuerdas. La diferencia entre la vihuela de mano y la guitarra en este
siglo, yace en el tipo de repertorio y la complejidad de ejecución de la
primera en comparación con la segunda, siendo el repertorio de vihuela pulsado
y mucho más elaborado que el repertorio para guitarra. Durante el siglo XV y la
primera mitad del siglo XVI la guitarra de cuatro órdenes fue muy popular. En
la segunda mitad del siglo XVII se le añade otro orden, adoptando la afinación
Mi-Si-Sol-Re-La contando desde el primer al quinto orden. Esta afinación
perdura hasta el día de hoy en las primeras cinco cuerdas del instrumento. La
guitarra de cinco órdenes adquiere gran popularidad en la época barroca.
Hacia fines del
siglo XVI hay antecedentes de dos formas de ejecución del instrumento, la
primera, pulsando las notas con los dedos pulgar e índice de la mano derecha; y
la segunda, rasgueando las cuerdas de la misma forma que hoy las conocemos.
Según escritos de la época, señala Chapman, dependía de las habilidades del
intérprete en qué forma ejecutara la guitarra, siendo los más prolijos quienes
la ejecutaban pulsando las cuerdas con los dedos ya mencionados. A comienzos del siglo XVII la ejecución
rasgueada del instrumento era la más popular (Chapman 2006).
A mediados del
siglo XVIII aparecen las guitarras de seis órdenes en Italia y Francia. Ya en
1780 la construcción de estas se popularizó en Europa (Chapman 2006). Y en
1824, gracias al lutier español Aguado, se incorpora el puente inferior en el formato
que conocemos hoy (Pujol 2005).
La guitarra
llega a Chile con las huestes de Pedro de Valdivia en 1541, desde entonces el
instrumento va adquiriendo popularidad en la zona (Uribe 2009). De ahí en más,
la guitarra en manos de hombres y mujeres pasará a formar parte del patrimonio
material nacional, acompañando fiestas
de todo tipo por más de 200 años. Dice Uribe (2009), que de la guitarra que nos
llega desde Europa en el siglo XVI se desprenden otros instrumentos de cuerda
pulsada como el Guitarrón chileno, el Cuatro venezolano, el Tiple colombiano,
el Tres cubano, el Charango peruano, el Ronrroco boliviano, el Cavaquiño
brasileño y el Ukelele entre otros.
La guitarra
eléctrica surge en el siglo XX y desde entonces ha acompañado música popular,
más no ha adquirido un uso tradicional o folklórico.
1.2.- Partes de la guitarra.
La mejor
descripción de las partes de la guitarra la hace Emil Pujol (2005b), la que
pasamos a resumir.
La guitarra se
compone principalmente de una caja de
resonancia (1), un mango(2) y seis cuerdas(3).
La caja está
compuesta de tapa armónica(4), fondo(5) y aros laterales(6). En la tapa armónica, hacia la parte superior
tiene un orificio de alrededor de 8,5 cm de diámetro, este orificio se denomina
Boca o Tarraja(7). Adherida a la
parte inferior de la tapa armónica se encuentra una pieza rectangular de madera
llamada puente(8). EL puente posee
una ranura donde se inserta una pieza de marfil o hueso [hoy de plástico]
llamada cejuela(9), el objetivo de
esta es levantar las cuerdas sobre el nivel de la tapa, fijar los extremos
vibrante de las cuerdas y transmitir las vibraciones de las cuerdas a la caja
de resonancia. Seis agujeros atraviesan verticalmente el puente por donde se
pasan y se amarran las cuerdas. Esta estructura del puente es la introducía en
1824 por Aguado (Pujol 2005b).
El mástil, mango
o cuello, es una pieza larga unida a la base en uno de sus extremos, al centro
superior de la caja en el punto de unión de los dos aros. Su forma es recta; la
superficie superior es plana y la inferior convexa, hasta que uniéndose con los aros, se adapta a la caja
encorvándose, formando un ángulo recto y formando una sinuosidad llamada quilla o taco(10). A la superficie superior del mástil es adherida una
madera más densa de la misma anchura que el mástil, recorre todo éste y
continúa en la tapa armónica hasta llegar a la boca de la guitarra. A esta
madera más densa se le llama sobrepunto(11).
En el sobrepunto está dividido por diecinueve barritas de metal, y juntos
forman el diapasón del instrumento. El diapasón termina en su parte superior en
una segunda cejuela algo más corta que la del puente, surcada por seis ranuras
donde se apoyan las cuerdas. Ambas cejuelas limitan el espacio de vibración de
las cuerdas. El espacio entre dos
barritas metálicas se llama traste(12).
El instrumento
remata en la pala o cabeza(13), situada sobre el mástil.
Ésta contiene dos perforaciones a lo largo, dando paso a los ejes de seis clavijas,
tres en cada lado, movidas por un sistema de tornillos sin fin. Al juego de
clavijas en la pala se le llama clavijero(14).
El ástil(15) es la parte cilíndrica donde
se amarra la cuerda, y la oreja(16)
es la parte ancha que sirve para dar vuelta el tornillo.
Las tres
primeras cuerdas, antiguamente, eran de tripas y las otras tres más bajas,
llamadas bordonas eran de seda hilada
recubiertas con hilo metálico arrollado en espiral (Pujol 2005b). Actualmente las tres primeras son de nylon
grueso, y las tres últimas de hilo de nylon con hilo e alambre arrollado en
espiral.
1.3.- Afinación.
Las primeras
afinaciones de la guitarra de cuatro órdenes, según Chapman (2006), imitan las afinaciones de los órdenes
centrales de la vihuela de seis órdenes. Siendo las más comunes desde el primer
al cuarto orden son La-Mi-Do-Fa y Si-Fa#-Re-Sol. Posteriormente la primera
afinación dada se modificó a La-Mi-Do-Sol.
Cuando se le
agrega el quinto orden a la guitarra, la afinación cambia, desde el primer al
quinto orden, a Mi-Si-Sol-Re-La.
Cuando se le
agrega el sexto orden la afinación queda como actualmente se conoce, desde el
primero al sexto: Mi-Si-Sol-Re-La-Mi. Siendo los tres primeros agudos y los
tres siguientes bajos. Esta afinación en los campos es conocida como afinación “por
común”, “por derecha”, o bien, afinación “por música”.
1.3.1.- Afinación por transporte.
Hay estudiosos
de la guitarra tradicional que proponen que las afinaciones campesinas son 40,
otros proponen que son 96. Sin embargo, Margot Loyola proponía que existen 5
afinaciones madres, a las cuales se les modifica la tonalidad de una, dos o el
total de las cuerdas, y pueden ser consideradas como otra afinación. Estas
afinaciones madres son: “Pajarera”, en tonalidad de Do mayor; Segunda alta o
“Arrequinte”, tonalidad de Re y Fa mayor; Tercera alta, tonalidad de Re, Mi y
Fa mayor; “La argentina”, tonalidad de La mayor; “La Cuyana” o “La Maestra”,
tonalidad de Sol mayor. Estas afinaciones o “transportes”, ayudan al ejecutante
aminorando dificultades producidas por el cambio de acordes, ya que al tocar la
guitarra al aire, o con posturas simples se pueden lograr los acordes.
Damos a
continuación las afinaciones registradas por Margot, siempre contando desde la
primera cuerda a la sexta.
Pajarera:
Do-Mi-Sol-Do-Sol-Do, o bien, Do-Mi-Sol-Do-Sol-Mi.
Segunda Alta:
Mi-Do-Sol-Re-La-Mi.
Tercera Alta:
Para Re mayor: Do#-La-Sol-Re-La-Re .
Para Mi mayor:
Re#-Si-Sol#-Mi-Sol#-Mi.
Para Fa mayor:
Mi-Do#-La#-Fa-La#-Fa.
La Argentina:
Do#-La-Mi-Do#-La-Mi.
La Cuyana:
Re-Si-Sol-Re-Sol-Re.
Las posiciones
de dedos para realizar los acordes serán indicadas más abajo, en la sección de
acordes.
2.- Sobre el ejecutante y la ejecución,
aspectos generales y específicos.
Antes de tocar,
el ejecutante debe saber que los dedos de su mano izquierda se enumeran desde
el índice al meñique con los números 1, 2, 3 y 4. El pulgar en la mano
izquierda no se utiliza. Los dedos de su mano derecha, se anotan como “P” el
pulgar, “i” el índice, “m” el medio, “a”
el anular. El meñique no suele utilizarse.
En caso de utilizarse la mano al rasguear la guitarra se anota con una M (mayúscula
siempre), lo mismo ocurre con el pulgar (P), ambos se acompañan de una flecha
indicando la dirección en que se toca.
La guitarra se
toma con el mango en la mano izquierda, en el caso de ser diestro, o en la mano
derecha en el caso de ser zurdo. La curva de los aros laterales se apoyará
según la técnica con que se ejecute. En la guitarra docta, ésta descansará en
la pierna del mismo lado que la mano que toca el mástil. La pierna debe estar
elevada por un piso, para darle un ángulo de inclinación a la guitarra.
Sobre la
posición del pulgar señala Denyer (1992) que
El
pulgar debe estar siempre en el centro del mástil, por detrás. Esto significa
que debe quedar un espacio definido entre el mástil y la palma de la mano, y
que la muñeca debe estar ligeramente doblada, para que los dedos se apoyen
cómodamente en las cuerdas. El pulgar actúa como punto de apoyo, permitiendo
aplicar sólo la presión necesaria para que los dedos pisen las notas claramente
(72).
En el caso de la
guitarra tradicional, puede apoyarse la curva en la pierna contraria a la mano
que toma el mástil. La pierna puede ir levantada, apoyada en la otra pierna, o
bien apoyada en el suelo. Esta forma es la más frecuente. Otra forma de tomar
la guitarra, característica de las cantoras campesinas de la zona central, es
apoyando la parte inferior de la caja de resonancia en ambas piernas, las
cuales se encuentran juntas, y el mástil queda levemente inclinado hacia la
mano que lo tome. La guitarra debe quedar siempre paralela al torax del ejecutante,
puede ir un poco inclinada hacia el pecho del ejecutante, pero nunca de forma
horizontal.
Las cuerdas se
cuentan desde la más lejana hacia la más cercana al ejecutante, es decir, desde
abajo hacia arriba, por ejemplo, si se toma la guitarra con la mano izquierda
la primera cuerda es la que se encuentra más hacia las piernas del ejecutante.
Se recomienda que si el ejecutante es zurdo, de vuelta el orden “normal” de las
cuerdas de la guitarra. Los trastes se cuentan desde la pala hacia la caja de
resonancia.
2.1.- Formas de ejecución.
Plantea Margot
Loyola (2006) que, al menos en la tonada, existen siete formas de ejecución de
la guitarra. Héctor Uribe (2009) señala estas mismas formas de tocar aunque, en
algunos casos, señala haberlos conocido con otro nombre. Para los casos en que
ambos estudiosos difieren en los nombres de la forma de ejecución, será
señalado.
2.1.1.- Guitarra
punteada:
A
diferencia de la guitarra rasgueada, de función eminentemente rítmico-armónica,
la guitarra punteada posee una función melódica. El instrumento se ejecuta
pulsando las cuerdas nota tras nota. Esta técnica se usa preferentemente en los
preludios e interludios y generalmente se hace mixturándola con breves rasgueos
conclusivos (Loyola 2006:126).
Sobre este tipo
de ejecución, dice Loyola que es popularizado por el guitarrista argentino don
Carlos Ragona, quien acompaña en grabaciones a muchos artistas de las décadas
de 1920 a 1950. Éste guitarrista trae esta forma de ejecución desde Argentina,
y a populariza al acompañar temas chilenos con introducciones e interludios
acompañados en guitarra (Loyola 2006).
2.1.2.- Guitarra picoteada:
Consiste
en realizar breves incisos golpeando la cuerda prima sobre el diapasón con la
yema del dedo medio de la mano derecha, seguido de un deslizamiento ascendente
sobre las cuerdas restantes o retirar súbitamente el dedo, imprimiendo impulso
a la cuerda para que suene en la altura deseada (Loyola 2006:127).
En el caso de la
guitarra picoteada, Uribe (2009) nos comenta que es una técnica similar al
tapping, técnica de gran popularidad en la guitarra eléctrica (48).
2.1.3.- Guitarra
charrangueada:
La
denominación de esta técnica hace alusión al charrango, un cordófono usado
esporádicamente en algunas regiones campesinas de la zona centro-sur del país,
de dos, tres o cuatro cuerdas de alambre que se tensan sin precisar alturas,
vale decir, es un cordófono que no se templa para una función armónica ni
melódica, sino tímbrica, y que al rasparse con una manopla de alambre produce
superposición de alturas indeterminadas y fluctuantes. Este efecto también se
puede producir con la guitarra, claro que con una baja frecuencia (Loyola 2006:127).
2.1.4.- Guitarra
deslizada:
Se
deslizan los dedos medio e índice con la yema, sobre las cuerdas, con una
figuración rítmica de acuerdo al ritmo interpretado (Loyola 2006:127). Uribe
(2009) denomina esta técnica como “Arrastrado” y que consiste en “mantener
presionada una o varias cuerdas con la mano derecha y avanzar por el diapasón
hasta otra otra en forma totalmente ligada
sin soltar la cuerda” (49)
2.1.5.- Guitarra trinada:
Similar
al punteo es el trinado, aunque en términos académicos el trino correspondería
a un diseño melódico que se logra arpegiando una comunicación de acordes de
función armónica (Loyola 2006:126).
2.1.6.- Guitarra
sangorreada:
“En términos académicos el
sangorreado es una especie de apoyatura” (Loyola 2006:127). Sobre esta forma de
ejecución, Uribe nos explica “consiste en pulsar una cuerda con la mano derecha
y luego con la mano izquierda se vuelve a pulsar cambiando la altura del
sonido, haciéndola sonar en los diferentes trastes de la guitarra” (2009:48).
Cabe destacar que a esta forma de ejecución, Uribe (2009) la denomina “Ligado”
(48).
2.1.7.- Guitarra
rasgueada:
el
rasgueo es una de las técnicas más difíciles de explicar y graficar
acertadamente, debido a la gran libertad en ritmos, acentos, y modo de pulsar
las cuerdas, que muestra a veces tenues diferencias entre un rasgueo y otro
pero que hablan de una gran riqueza expresiva que no se puede dejar de lado
(Uribe 2009:43).
Que este tipo de
ejecución esté al final de esta lista no es al azar. Este es el tipo de
ejecución más frecuente en la cultura tradicional, puesto que cumple una
función rítmico-armónica (Loyola 2006.), que le permite acompañar una voz
melódica. Dice Uribe al respecto del rasgueo “Sonido producido por la mano
derecha ocupando todos los dedos o parte de ellos. Se toca preferentemente
entre el comienzo de la caja de resonancia y la boca de la guitarra” (2009:43).
Es este tipo de ejecución en el que se centrará el módulo, y por ello, antes
del trabajo práctico, en un próximo apartado, aclararemos la forma en que se
anotan.
2.2.- Digitación.
Al hablar de digitación,
nos referimos específicamente a la forma en que deben proceder los dedos de la
mano izquierda en el mango de la guitarra para producir un sonido claro. Al
respecto nos dice Denyer (1992)
Para
tocar una nota clara sin rozar las otras cuerdas, los dedos deben estar
arqueados, de manera que la punta toque el trastero [traste]
perpendicularmente. Esto quiere decir que las uñas no deben sobresalir. Si son
muy largas impedirán pisar correctamente las cuerdas o rozarán accidentalmente
las demás. (…) Hay que aplicar sólo la presión suficiente para que la nota
suene clara. Si se aprieta demasiado, se acabarán lastimando los dedos (72).
Es esencial
pisar bien las cuerdas, esto se realiza en el traste, tras la barrita metálica
más cercana a la boca de la guitarra. Si
se pisa sobre la barrita, se dirá que la cuerda “trastea”, generando un
sonido sucio y poco preciso. Si se toca demasiado alejado de la barrita,
tendremos nuevamente un sonido sucio modificado levemente por un micro-tono.
3.-
Práctica y elementos necesarios para esta.
A continuación
entregaremos algunos elementos necesarios para la práctica de la guitarra.
Entregaremos algunos ejercicios previos de estiramientos y digitación que nos
permitirán realizar una mejor ejecución; para continuar con la nomenclatura
(forma de anotación) de los rasgueos acompañadas de algunos rasgueos de la
música de la cultura tradicional; y terminaremos con los acordes, sus diagramas
y nomenclatura.
3.1.-
Ejercicios de estiramiento y relajación muscular.
Antes de tocar guitarra
es de suma importancia realizar ejercicios para calentar los músculos de los
dedos y relajar los de la espalda.
El primer ejercicio a
realizarse consiste en mover los hombros en una velocidad lenta, dibujando un
circulo hacia adelante y hacia atrás con ellos.
Un segundo ejercicio,
es relajar los músculos del cuello describiendo un círculo lentamente en un
sentido y otro con la nariz (esto implica el movimiento de toda la cabeza).
Alternando el movimiento circular con movimientos rectos hacia arriba y hacia
abajo y hacia un lado y otro.
Para los brazos,
tomaremos aire subiendo los brazos, tomándonos los codos que pasaran tras la
cabeza, sin botar el aire, nos dejaremos caer lentamente dos veces hacia la
derecha, dos hacia la izquierda, para botar el aire mientras soltamos los codos
y bajamos los brazos.
Para los dedos, con la
espalda recta, extenderemos primero el brazo derecho hacia delante, con la
mano extendida paralela al cuerpo. La
mano izquierda avanzará hacia la mano derecha y tomará los dedos, flectándolos
hacia el cuerpo en un ángulo que cause tensión más no dolor. Esta posición se
mantendrá por 10 segundos y luego se soltarán lentamente. A continuación se
realizará el mismo ejercicio con la mano contraria. Otro ejercicio es, en la
misma posición, tensar hacia atrás el pulgar con la mano contraria por 10
segundos y luego cambiar de mano.
3.2.-
Ejercicios de digitación.
Estos ejercicios nos
permitirán desarrollar la flexibilidad de la muñeca, y trabajar la forma de
pisar la cuerda.
Primero, la mano izquierda tocará cuerda por cuerda,
desde la sexta a la primera, pisando en el primer y segundo traste con los
dedos uno y dos respectivamente. Mientras se hace esto, la mano derecha tocará
la cuerda que se está pisando alternando los dedos índice y medio, tocando la
cuerda al aire, y luego cada vez que se pise la cuerda en un traste distinto.
Este ejercicio debe practicarse hasta que el sonido sea limpio.
Segundo, una vez
dominado el primer ejercicio de digitación, el practicante sumará el dedo tres
de la mano izquierda en el tercer traste. Para ello, la mano izquierda
continuará tocando la cuerda con los dedos índice y medio alternados,
produciendo cuatro sonidos por cuerda, al aire, tras pisar el primer traste,
tras pisar el segundo y tras pisar el tercero.
Un tercer ejercicio,
es, una vez dominado el ejercicio anterior, agregar el cuarto dedo de la mano
izquierda pisando el cuarto traste de la guitarra.
3.3.-
Acordes y sus diagramas.
Para anotar los
acordes, se utiliza un diagrama donde se ven 3 trastes y las 6 cuerdas. Estas
de izquierda a derecha del lector, corresponden a la 6°, 5°, 4°, 3°,2° y 1°
cuerda, siendo la primera la del extremo derecho del dibujo. Los tres trastes
corresponden a los primeros tres de la guitarra. En un circulo sobre la cuerda
se escribe el número del dedo de la mano izquierda con que ésta se pisa. En el
caso que deba tocarse en un traste de número superior a 3, este se indica al
costado derecho de dicho traste en el dibujo.
Pasamos a entregar
acordes mayores, mayores con séptima y menores. Por fines prácticos, sus
nombres serán anotados en mayúsculas si es mayor, acompañados de un “7” en el
caso de ser un acorde mayor con séptima y con minúsculas si es un acorde menor.
Los acordes serán tomados del libro “La biblia del guitarrista” de Phil Capone
(2006), autor que anota más de 500 acordes para distintos tipos de música. En
cuanto a los acordes para las transposiciones de la guitarra, serán tomados del
libro “La Tonada: Testimonios para el futuro” de Margot Loyola (2006).
Acordes
en guitarra transpuesta:
Acordes
Afinación La Pajarera
Acordes Afinación
Arrequinte o “Segunda Alta”
Acordes Afinación
Tercera Alta
En esta afinación debemos acotar que dependerá a qué
altura se afinen las cuerdas para el acorde que darán. Si se afina para RE, la
postura que arriba aparece como el acorde de MI, será RE; y, la postura que
aparece como el acorde de Si7, será La7. De igual forma, si se afina para FA,
la postura que arriba aparece como el acorde de MI, será FA; y, la postura que
aparece como el acorde de Si7, será Do7.
Acordes Afinación La
Argentina
Acordes Afinación La
Cuyana o La Maestra
3.4.-
Rasgueos y nomenclatura.
Decía Margot Loyola,
que al rasguear predominaban los dedos pulgar e índice, que al subir y bajar la
mano en el rasgueo, el índice cumplía la función de guiar al resto de los
dedos, mientras que el pulgar servía de apoyo a los 4 dedos para bajar, y
sobresalía un poco para tocar solo hacia arriba y hacia abajo.
Para simplificar su
anotación, utilizaremos un sistema de flechas hacia arriba y hacia abajo, para los
movimientos de mano y pulgar, y para el chicoteo, sonido característico de la
música tradicional chilena, un círculo atravesado. En el caso de las flechas,
bajo éstas se señalará con una M si es mano, o con una P si es el pulgar. En el
caso del chicoteo, bajo el símbolo se le anotará CH.
A continuación
entregaremos algunos rasgueos básicos, por orden de dificultad.
Vals Huayno Cueca Chilota
4.-
Palabras Finales
Como señala el título
de este documento, este escrito pretende ser una guía de apoyo para el módulo
de introducción a la guitarra tradicional, y en ningún caso pretende ser un
curso definitivo de guitarra. El fin de este escrito es que le sirva al alumno
para recordar lo visto en clase y llevarse algunas nociones básicas sobre el
instrumento y su uso en Chile.
Mucho quedó en el
tintero, procesos como el bautizo de la guitarra para la noche de San Juan,
rasgueos más complejos de la cultura tradicional, ejemplos de cada forma de
ejecución y un sinfín de otros tópicos que podrían ayudar a convertir este
documento en un curso de guitarra tradicional.
Espero, querido lector,
que en estas páginas hayas encontrado información en la que quieras y puedas
ahondar, para continuar en el aprendizaje de este instrumento, que como dijimos
en la introducción de este texto, nos ayuda a comprender mejor la
espiritualidad de la raza chilena, y las idiosincrasias presentes en los
distintos pueblos de Chile.
Referencias
Capone, F. (2006). La Biblia del guitarrista. México D.F., México: Torno, grupo
editorial.
Chapman, R. (2006). Enciclopedia de la guitarra. Ciudad de México, México: Diana.
Denyer,
R. (1992). Manual de Guitarra.
Madrid, España: Raíces.
Loyola,
M. (2006). La tonada: testimonios para el
futuro. Valparaíso, Chile: Ediciones universitarias de Valparaíso.
Loyola,
M. & Cádiz, O. (2010). La cueca:
danza de la vida y de la muerte. Valparaíso, Chile: Ediciones
universitarias de Valparaíso.
Loyola,
M. & Cádiz, O. (2016). 50 danzas
tradicionales y populares en Chile. Valparaíso, Chile: Ediciones
universitarias de Valparaíso.
Pujol,
E. (2005a). Escuela Razonada de la
Guitarra, libro primero. Buenos Aires, Argentina: Ricordi.
Pujol,
E. (2005b). Escuela Razonada de la
Guitarra, libro segundo. Buenos Aires, Argentina: Ricordi.
Uribe,
H. & Escobar, F. (2009). Guitarra tradicional Chilena.
Concepción, Chile: Publicaciones CNCA.
[1] Este escrito nació ante la solicitud de apoyo
para clases de introducción a la ejecución de la guitarra tradicional chilena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario