miércoles, 5 de febrero de 2020

Introducción a la Guitarra Tradicional [1]

Por sencillo que sea un instrumento de música puede encerrar en su caja sonora, no solamente la espiritualidad de un gran artista sino la de toda una raza, toda una época o todo un período mítico. (Pujol 2005a:11). 

    Hemos partido con esta frase, puesto que la guitarra es transversal a la música del país, está presente en toda el área geográfica nacional, en los salones y en chinganas, en fiestas profanas y religiosas.  Como señala Héctor Uribe en su libro de “Guitarra tradicional chilena” (2009) la guitarra está presente en todas las regiones de Chile. Teniendo plena vigencia social hasta el día de hoy.
     
     Su uso en el país ha sido popular, tradicional y folklórico, en la música de tradición oral y en la cultura tradicional es fundamental. Por ello su conocimiento, por básico que este sea, es necesario para comprender mejor, como diría Pujol, la espiritualidad de toda la raza chilena.


Cantora de Vichuquén con su guitarra 
Fotografía: Etnomedia

1.- Sobre la guitarra.

 Este instrumento que estamos conociendo cuenta con al menos 660 años de vida, en los cuales ha ido transformándose, tanto física como acústicamente, ampliando su área de expansión geográfica y, arraigándose en países tan lejanos a su origen, pero tan relacionados en su historia, como lo son España y los países latinoamericanos. 



1.1.-  Breve historia de la guitarra

Los primeros registros del vocablo guitarra referido al instrumento, dice Chapman (2006), datan de 1349, año en que el duque de Normandía empleaba a músicos que ejecutaran Guitara Morisca y Guitarra Latina. La primera era una especie de laúd primitivo, y la segunda, el antepasado más directo de la guitarra como la conocemos hoy.

       Ya en el Siglo XV, la guitarra existía con cuatro órdenes (cuerdas), coexistiendo con la vihuela de mano que tenía seis pares de cuerdas. La diferencia entre la vihuela de mano y la guitarra en este siglo, yace en el tipo de repertorio y la complejidad de ejecución de la primera en comparación con la segunda, siendo el repertorio de vihuela pulsado y mucho más elaborado que el repertorio para guitarra. Durante el siglo XV y la primera mitad del siglo XVI la guitarra de cuatro órdenes fue muy popular. En la segunda mitad del siglo XVII se le añade otro orden, adoptando la afinación Mi-Si-Sol-Re-La contando desde el primer al quinto orden. Esta afinación perdura hasta el día de hoy en las primeras cinco cuerdas del instrumento. La guitarra de cinco órdenes adquiere gran popularidad en la época barroca.

     Hacia fines del siglo XVI hay antecedentes de dos formas de ejecución del instrumento, la primera, pulsando las notas con los dedos pulgar e índice de la mano derecha; y la segunda, rasgueando las cuerdas de la misma forma que hoy las conocemos. Según escritos de la época, señala Chapman, dependía de las habilidades del intérprete en qué forma ejecutara la guitarra, siendo los más prolijos quienes la ejecutaban pulsando las cuerdas con los dedos ya mencionados.  A comienzos del siglo XVII la ejecución rasgueada del instrumento era la más popular (Chapman 2006).

        A mediados del siglo XVIII aparecen las guitarras de seis órdenes en Italia y Francia. Ya en 1780 la construcción de estas se popularizó en Europa (Chapman 2006). Y en 1824, gracias al lutier español Aguado, se incorpora el puente inferior en el formato que conocemos hoy (Pujol 2005). 

      La guitarra llega a Chile con las huestes de Pedro de Valdivia en 1541, desde entonces el instrumento va adquiriendo popularidad en la zona (Uribe 2009). De ahí en más, la guitarra en manos de hombres y mujeres pasará a formar parte del patrimonio material nacional,  acompañando fiestas de todo tipo por más de 200 años. Dice Uribe (2009), que de la guitarra que nos llega desde Europa en el siglo XVI se desprenden otros instrumentos de cuerda pulsada como el Guitarrón chileno, el Cuatro venezolano, el Tiple colombiano, el Tres cubano, el Charango peruano, el Ronrroco boliviano, el Cavaquiño brasileño y el Ukelele entre otros.

         La guitarra eléctrica surge en el siglo XX y desde entonces ha acompañado música popular, más no ha adquirido un uso tradicional o folklórico.

1.2.- Partes de la guitarra.

La mejor descripción de las partes de la guitarra la hace Emil Pujol (2005b), la que pasamos a resumir.
      
      La guitarra se compone principalmente de una caja de resonancia (1), un mango(2) y seis cuerdas(3).

        La caja está compuesta de tapa armónica(4), fondo(5) y aros laterales(6). En la tapa armónica, hacia la parte superior tiene un orificio de alrededor de 8,5 cm de diámetro, este orificio se denomina Boca o Tarraja(7).  Adherida a la parte inferior de la tapa armónica se encuentra una pieza rectangular de madera llamada puente(8). EL puente posee una ranura donde se inserta una pieza de marfil o hueso [hoy de plástico] llamada cejuela(9), el objetivo de esta es levantar las cuerdas sobre el nivel de la tapa, fijar los extremos vibrante de las cuerdas y transmitir las vibraciones de las cuerdas a la caja de resonancia. Seis agujeros atraviesan verticalmente el puente por donde se pasan y se amarran las cuerdas. Esta estructura del puente es la introducía en 1824 por Aguado (Pujol 2005b).

        El mástil, mango o cuello, es una pieza larga unida a la base en uno de sus extremos, al centro superior de la caja en el punto de unión de los dos aros. Su forma es recta; la superficie superior es plana y la inferior convexa, hasta que  uniéndose con los aros, se adapta a la caja encorvándose, formando un ángulo recto y formando una sinuosidad llamada quilla o taco(10). A la superficie superior del mástil es adherida una madera más densa de la misma anchura que el mástil, recorre todo éste y continúa en la tapa armónica hasta llegar a la boca de la guitarra. A esta madera más densa se le llama sobrepunto(11). En el sobrepunto está dividido por diecinueve barritas de metal, y juntos forman el diapasón del instrumento. El diapasón termina en su parte superior en una segunda cejuela algo más corta que la del puente, surcada por seis ranuras donde se apoyan las cuerdas. Ambas cejuelas limitan el espacio de vibración de las cuerdas.  El espacio entre dos barritas metálicas se llama traste(12).

       El instrumento remata en la pala o cabeza(13), situada sobre el mástil. Ésta contiene dos perforaciones a lo largo, dando paso a los ejes de seis clavijas, tres en cada lado, movidas por un sistema de tornillos sin fin. Al juego de clavijas en la pala se le llama clavijero(14). El ástil(15) es la parte cilíndrica donde se amarra la cuerda, y la oreja(16) es la parte ancha que sirve para dar vuelta el tornillo.

        Las tres primeras cuerdas, antiguamente, eran de tripas y las otras tres más bajas, llamadas bordonas eran de seda hilada recubiertas con hilo metálico arrollado en espiral (Pujol 2005b).  Actualmente las tres primeras son de nylon grueso, y las tres últimas de hilo de nylon con hilo e alambre arrollado en espiral.


 



1.3.- Afinación.

Las primeras afinaciones de la guitarra de cuatro órdenes, según Chapman (2006),  imitan las afinaciones de los órdenes centrales de la vihuela de seis órdenes. Siendo las más comunes desde el primer al cuarto orden son La-Mi-Do-Fa y Si-Fa#-Re-Sol. Posteriormente la primera afinación dada se modificó a La-Mi-Do-Sol.

       Cuando se le agrega el quinto orden a la guitarra, la afinación cambia, desde el primer al quinto orden, a Mi-Si-Sol-Re-La.

      Cuando se le agrega el sexto orden la afinación queda como actualmente se conoce, desde el primero al sexto: Mi-Si-Sol-Re-La-Mi. Siendo los tres primeros agudos y los tres siguientes bajos. Esta afinación en los campos es conocida como afinación “por común”, “por derecha”, o bien, afinación “por música”. 






1.3.1.- Afinación por transporte.

Hay estudiosos de la guitarra tradicional que proponen que las afinaciones campesinas son 40, otros proponen que son 96. Sin embargo, Margot Loyola proponía que existen 5 afinaciones madres, a las cuales se les modifica la tonalidad de una, dos o el total de las cuerdas, y pueden ser consideradas como otra afinación. Estas afinaciones madres son: “Pajarera”, en tonalidad de Do mayor; Segunda alta o “Arrequinte”, tonalidad de Re y Fa mayor; Tercera alta, tonalidad de Re, Mi y Fa mayor; “La argentina”, tonalidad de La mayor; “La Cuyana” o “La Maestra”, tonalidad de Sol mayor. Estas afinaciones o “transportes”, ayudan al ejecutante aminorando dificultades producidas por el cambio de acordes, ya que al tocar la guitarra al aire, o con posturas simples se pueden lograr los acordes.

     Damos a continuación las afinaciones registradas por Margot, siempre contando desde la primera cuerda a la sexta.

Pajarera: Do-Mi-Sol-Do-Sol-Do, o bien, Do-Mi-Sol-Do-Sol-Mi.

Segunda Alta: Mi-Do-Sol-Re-La-Mi.

Tercera Alta: Para Re mayor: Do#-La-Sol-Re-La-Re .
                      Para Mi mayor: Re#-Si-Sol#-Mi-Sol#-Mi.
                      Para Fa mayor: Mi-Do#-La#-Fa-La#-Fa.

La Argentina: Do#-La-Mi-Do#-La-Mi.

La Cuyana: Re-Si-Sol-Re-Sol-Re.

     Las posiciones de dedos para realizar los acordes serán indicadas más abajo, en la sección de acordes.

2.- Sobre el ejecutante y la ejecución, aspectos generales y específicos.

Antes de tocar, el ejecutante debe saber que los dedos de su mano izquierda se enumeran desde el índice al meñique con los números 1, 2, 3 y 4. El pulgar en la mano izquierda no se utiliza. Los dedos de su mano derecha, se anotan como “P” el pulgar, “i” el índice,  “m” el medio, “a” el anular. El meñique no suele utilizarse.  En caso de utilizarse la mano al rasguear  la guitarra se anota con una M (mayúscula siempre), lo mismo ocurre con el pulgar (P), ambos se acompañan de una flecha indicando la dirección en que se toca.

     La guitarra se toma con el mango en la mano izquierda, en el caso de ser diestro, o en la mano derecha en el caso de ser zurdo. La curva de los aros laterales se apoyará según la técnica con que se ejecute. En la guitarra docta, ésta descansará en la pierna del mismo lado que la mano que toca el mástil. La pierna debe estar elevada por un piso, para darle un ángulo de inclinación a la guitarra.  
Sobre la posición del pulgar señala Denyer (1992) que

El pulgar debe estar siempre en el centro del mástil, por detrás. Esto significa que debe quedar un espacio definido entre el mástil y la palma de la mano, y que la muñeca debe estar ligeramente doblada, para que los dedos se apoyen cómodamente en las cuerdas. El pulgar actúa como punto de apoyo, permitiendo aplicar sólo la presión necesaria para que los dedos pisen las notas claramente (72).

     En el caso de la guitarra tradicional, puede apoyarse la curva en la pierna contraria a la mano que toma el mástil. La pierna puede ir levantada, apoyada en la otra pierna, o bien apoyada en el suelo. Esta forma es la más frecuente. Otra forma de tomar la guitarra, característica de las cantoras campesinas de la zona central, es apoyando la parte inferior de la caja de resonancia en ambas piernas, las cuales se encuentran juntas, y el mástil queda levemente inclinado hacia la mano que lo tome. La guitarra debe quedar siempre paralela al torax del ejecutante, puede ir un poco inclinada hacia el pecho del ejecutante, pero nunca de forma horizontal.

     Las cuerdas se cuentan desde la más lejana hacia la más cercana al ejecutante, es decir, desde abajo hacia arriba, por ejemplo, si se toma la guitarra con la mano izquierda la primera cuerda es la que se encuentra más hacia las piernas del ejecutante. Se recomienda que si el ejecutante es zurdo, de vuelta el orden “normal” de las cuerdas de la guitarra. Los trastes se cuentan desde la pala hacia la caja de resonancia.

2.1.- Formas de ejecución.

Plantea Margot Loyola (2006) que, al menos en la tonada, existen siete formas de ejecución de la guitarra. Héctor Uribe (2009) señala estas mismas formas de tocar aunque, en algunos casos, señala haberlos conocido con otro nombre. Para los casos en que ambos estudiosos difieren en los nombres de la forma de ejecución, será señalado.

2.1.1.- Guitarra punteada:

A diferencia de la guitarra rasgueada, de función eminentemente rítmico-armónica, la guitarra punteada posee una función melódica. El instrumento se ejecuta pulsando las cuerdas nota tras nota. Esta técnica se usa preferentemente en los preludios e interludios y generalmente se hace mixturándola con breves rasgueos conclusivos (Loyola 2006:126).

     Sobre este tipo de ejecución, dice Loyola que es popularizado por el guitarrista argentino don Carlos Ragona, quien acompaña en grabaciones a muchos artistas de las décadas de 1920 a 1950. Éste guitarrista trae esta forma de ejecución desde Argentina, y a populariza al acompañar temas chilenos con introducciones e interludios acompañados en guitarra (Loyola 2006).

2.1.2.-  Guitarra picoteada:

Consiste en realizar breves incisos golpeando la cuerda prima sobre el diapasón con la yema del dedo medio de la mano derecha, seguido de un deslizamiento ascendente sobre las cuerdas restantes o retirar súbitamente el dedo, imprimiendo impulso a la cuerda para que suene en la altura deseada (Loyola 2006:127).

     En el caso de la guitarra picoteada, Uribe (2009) nos comenta que es una técnica similar al tapping, técnica de gran popularidad en la guitarra eléctrica (48).

2.1.3.- Guitarra charrangueada:

La denominación de esta técnica hace alusión al charrango, un cordófono usado esporádicamente en algunas regiones campesinas de la zona centro-sur del país, de dos, tres o cuatro cuerdas de alambre que se tensan sin precisar alturas, vale decir, es un cordófono que no se templa para una función armónica ni melódica, sino tímbrica, y que al rasparse con una manopla de alambre produce superposición de alturas indeterminadas y fluctuantes. Este efecto también se puede producir con la guitarra, claro que con una baja frecuencia (Loyola 2006:127).

2.1.4.- Guitarra deslizada:

Se deslizan los dedos medio e índice con la yema, sobre las cuerdas, con una figuración rítmica de acuerdo al ritmo interpretado (Loyola 2006:127). Uribe (2009) denomina esta técnica como “Arrastrado” y que consiste en “mantener presionada una o varias cuerdas con la mano derecha y avanzar por el diapasón hasta otra otra en forma  totalmente ligada sin soltar la cuerda” (49)

2.1.5.-  Guitarra trinada:
Similar al punteo es el trinado, aunque en términos académicos el trino correspondería a un diseño melódico que se logra arpegiando una comunicación de acordes de función armónica (Loyola 2006:126).

2.1.6.- Guitarra sangorreada:

            “En términos académicos el sangorreado es una especie de apoyatura” (Loyola 2006:127). Sobre esta forma de ejecución, Uribe nos explica “consiste en pulsar una cuerda con la mano derecha y luego con la mano izquierda se vuelve a pulsar cambiando la altura del sonido, haciéndola sonar en los diferentes trastes de la guitarra” (2009:48). Cabe destacar que a esta forma de ejecución, Uribe (2009) la denomina “Ligado” (48).

2.1.7.- Guitarra rasgueada:

el rasgueo es una de las técnicas más difíciles de explicar y graficar acertadamente, debido a la gran libertad en ritmos, acentos, y modo de pulsar las cuerdas, que muestra a veces tenues diferencias entre un rasgueo y otro pero que hablan de una gran riqueza expresiva que no se puede dejar de lado (Uribe 2009:43).       

     Que este tipo de ejecución esté al final de esta lista no es al azar. Este es el tipo de ejecución más frecuente en la cultura tradicional, puesto que cumple una función rítmico-armónica (Loyola 2006.), que le permite acompañar una voz melódica. Dice Uribe al respecto del rasgueo “Sonido producido por la mano derecha ocupando todos los dedos o parte de ellos. Se toca preferentemente entre el comienzo de la caja de resonancia y la boca de la guitarra” (2009:43). Es este tipo de ejecución en el que se centrará el módulo, y por ello, antes del trabajo práctico, en un próximo apartado, aclararemos la forma en que se anotan. 

2.2.- Digitación.  

Al hablar de digitación, nos referimos específicamente a la forma en que deben proceder los dedos de la mano izquierda en el mango de la guitarra para producir un sonido claro. Al respecto nos dice Denyer (1992)

Para tocar una nota clara sin rozar las otras cuerdas, los dedos deben estar arqueados, de manera que la punta toque el trastero [traste] perpendicularmente. Esto quiere decir que las uñas no deben sobresalir. Si son muy largas impedirán pisar correctamente las cuerdas o rozarán accidentalmente las demás. (…) Hay que aplicar sólo la presión suficiente para que la nota suene clara. Si se aprieta demasiado, se acabarán lastimando los dedos (72).

     Es esencial pisar bien las cuerdas, esto se realiza en el traste, tras la barrita metálica más cercana a la boca de la guitarra. Si  se pisa sobre la barrita, se dirá que la cuerda “trastea”, generando un sonido sucio y poco preciso. Si se toca demasiado alejado de la barrita, tendremos nuevamente un sonido sucio modificado levemente por un micro-tono.

3.- Práctica y elementos necesarios para esta.

A continuación entregaremos algunos elementos necesarios para la práctica de la guitarra. Entregaremos algunos ejercicios previos de estiramientos y digitación que nos permitirán realizar una mejor ejecución; para continuar con la nomenclatura (forma de anotación) de los rasgueos acompañadas de algunos rasgueos de la música de la cultura tradicional; y terminaremos con los acordes, sus diagramas y nomenclatura.

3.1.- Ejercicios de estiramiento y relajación muscular.

Antes de tocar guitarra es de suma importancia realizar ejercicios para calentar los músculos de los dedos y relajar los de la espalda.

     El primer ejercicio a realizarse consiste en mover los hombros en una velocidad lenta, dibujando un circulo hacia adelante y hacia atrás con ellos.

     Un segundo ejercicio, es relajar los músculos del cuello describiendo un círculo lentamente en un sentido y otro con la nariz (esto implica el movimiento de toda la cabeza). Alternando el movimiento circular con movimientos rectos hacia arriba y hacia abajo y hacia un lado y otro.

     Para los brazos, tomaremos aire subiendo los brazos, tomándonos los codos que pasaran tras la cabeza, sin botar el aire, nos dejaremos caer lentamente dos veces hacia la derecha, dos hacia la izquierda, para botar el aire mientras soltamos los codos y bajamos los brazos.

     Para los dedos, con la espalda recta, extenderemos primero el brazo derecho hacia delante, con la mano  extendida paralela al cuerpo. La mano izquierda avanzará hacia la mano derecha y tomará los dedos, flectándolos hacia el cuerpo en un ángulo que cause tensión más no dolor. Esta posición se mantendrá por 10 segundos y luego se soltarán lentamente. A continuación se realizará el mismo ejercicio con la mano contraria. Otro ejercicio es, en la misma posición, tensar hacia atrás el pulgar con la mano contraria por 10 segundos y luego cambiar de mano.


3.2.- Ejercicios de digitación.

     Estos ejercicios nos permitirán desarrollar la flexibilidad de la muñeca, y trabajar la forma de pisar la cuerda.

     Primero,  la mano izquierda tocará cuerda por cuerda, desde la sexta a la primera, pisando en el primer y segundo traste con los dedos uno y dos respectivamente. Mientras se hace esto, la mano derecha tocará la cuerda que se está pisando alternando los dedos índice y medio, tocando la cuerda al aire, y luego cada vez que se pise la cuerda en un traste distinto. Este ejercicio debe practicarse hasta que el sonido sea limpio.

     Segundo, una vez dominado el primer ejercicio de digitación, el practicante sumará el dedo tres de la mano izquierda en el tercer traste. Para ello, la mano izquierda continuará tocando la cuerda con los dedos índice y medio alternados, produciendo cuatro sonidos por cuerda, al aire, tras pisar el primer traste, tras pisar el segundo y tras pisar el tercero.

     Un tercer ejercicio, es, una vez dominado el ejercicio anterior, agregar el cuarto dedo de la mano izquierda pisando el cuarto traste de la guitarra.

3.3.- Acordes y sus diagramas.

     Para anotar los acordes, se utiliza un diagrama donde se ven 3 trastes y las 6 cuerdas. Estas de izquierda a derecha del lector, corresponden a la 6°, 5°, 4°, 3°,2° y 1° cuerda, siendo la primera la del extremo derecho del dibujo. Los tres trastes corresponden a los primeros tres de la guitarra. En un circulo sobre la cuerda se escribe el número del dedo de la mano izquierda con que ésta se pisa. En el caso que deba tocarse en un traste de número superior a 3, este se indica al costado derecho de dicho traste en el dibujo.

     Pasamos a entregar acordes mayores, mayores con séptima y menores. Por fines prácticos, sus nombres serán anotados en mayúsculas si es mayor, acompañados de un “7” en el caso de ser un acorde mayor con séptima y con minúsculas si es un acorde menor. Los acordes serán tomados del libro “La biblia del guitarrista” de Phil Capone (2006), autor que anota más de 500 acordes para distintos tipos de música. En cuanto a los acordes para las transposiciones de la guitarra, serán tomados del libro “La Tonada: Testimonios para el futuro” de Margot Loyola (2006).

TABLA DE ACORDES 



Acordes en guitarra transpuesta:


Acordes Afinación La Pajarera




Acordes Afinación Arrequinte o “Segunda Alta”



Acordes Afinación Tercera Alta
     En esta afinación debemos acotar que dependerá a qué altura se afinen las cuerdas para el acorde que darán. Si se afina para RE, la postura que arriba aparece como el acorde de MI, será RE; y, la postura que aparece como el acorde de Si7, será La7. De igual forma, si se afina para FA, la postura que arriba aparece como el acorde de MI, será FA; y, la postura que aparece como el acorde de Si7, será Do7. 


Acordes Afinación La Argentina 

Acordes Afinación La Cuyana o La Maestra


3.4.- Rasgueos y nomenclatura.

Decía Margot Loyola, que al rasguear predominaban los dedos pulgar e índice, que al subir y bajar la mano en el rasgueo, el índice cumplía la función de guiar al resto de los dedos, mientras que el pulgar servía de apoyo a los 4 dedos para bajar, y sobresalía un poco para tocar solo hacia arriba y hacia abajo.

     Para simplificar su anotación, utilizaremos un sistema de flechas hacia arriba y hacia abajo, para los movimientos de mano y pulgar, y para el chicoteo, sonido característico de la música tradicional chilena, un círculo atravesado. En el caso de las flechas, bajo éstas se señalará con una M si es mano, o con una P si es el pulgar. En el caso del chicoteo, bajo el símbolo se le anotará CH. 

A continuación entregaremos algunos rasgueos básicos, por orden de dificultad. 


                                        Vals                         Huayno                    Cueca Chilota 


                                             Cueca                                                Tonada


4.- Palabras Finales

Como señala el título de este documento, este escrito pretende ser una guía de apoyo para el módulo de introducción a la guitarra tradicional, y en ningún caso pretende ser un curso definitivo de guitarra. El fin de este escrito es que le sirva al alumno para recordar lo visto en clase y llevarse algunas nociones básicas sobre el instrumento y su uso en Chile.

     Mucho quedó en el tintero, procesos como el bautizo de la guitarra para la noche de San Juan, rasgueos más complejos de la cultura tradicional, ejemplos de cada forma de ejecución y un sinfín de otros tópicos que podrían ayudar a convertir este documento en un curso de guitarra tradicional.


     Espero, querido lector, que en estas páginas hayas encontrado información en la que quieras y puedas ahondar, para continuar en el aprendizaje de este instrumento, que como dijimos en la introducción de este texto, nos ayuda a comprender mejor la espiritualidad de la raza chilena, y las idiosincrasias presentes en los distintos pueblos de Chile. 


Referencias

Capone, F. (2006). La Biblia del guitarrista. México D.F., México: Torno, grupo editorial.

Chapman, R. (2006). Enciclopedia de la guitarra. Ciudad de México, México: Diana.

Denyer, R. (1992). Manual de Guitarra. Madrid, España: Raíces.

Loyola, M. (2006). La tonada: testimonios para el futuro. Valparaíso, Chile: Ediciones universitarias de Valparaíso.

Loyola, M. & Cádiz, O. (2010). La cueca: danza de la vida y de la muerte. Valparaíso, Chile: Ediciones universitarias de Valparaíso.

Loyola, M. & Cádiz, O. (2016). 50 danzas tradicionales y populares en Chile. Valparaíso, Chile: Ediciones universitarias de Valparaíso.

Pujol, E. (2005a). Escuela Razonada de la Guitarra, libro primero. Buenos Aires, Argentina: Ricordi.

Pujol, E. (2005b). Escuela Razonada de la Guitarra, libro segundo. Buenos Aires, Argentina: Ricordi.

Uribe, H. & Escobar, F.  (2009). Guitarra tradicional Chilena. Concepción, Chile: Publicaciones CNCA.




[1] Este escrito nació ante la solicitud de apoyo para clases de introducción a la ejecución de la guitarra tradicional chilena. 

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